El IDC en su labor de llevar a cabo actividades de respeto hacia el medio ambiente y dar a conocer los problemas que afectan a todos los ciudadanos nos invita a conocer la exposición “Contaminación lumínica: El lado oscuro de la luz”. Esta exposición está dentro del plan de actuación para la mejora del medio ambiente urbano (Proyecto Urban).
Exposición: El lado oscuro de la luz – contaminación lumínica
Los primeros en visitar la exposición han sido los niñ@s del Barrio del Espíritu Santo como podéis ver en las fotos.
La exposición fue inaugurada el 24 de noviembre y se mantendrá hasta el 30 de enero de 2015 en la sala de exposiciones del Centro Cultural de Espinardo. El horario de visitas es de lunes a viernes de 16:00 a 18:00.
Es una exposición interactiva donde se explica a través de juegos virtuales, experimentos y expositores el problema de la contaminación lumínica, sus causas físicas, sus consecuencias para la biodiversidad, cómo afecta a la salud humana y soluciones para disminuir este tipo de contaminación. Además, los visitantes podrán llevarse a casa el cuaderno didáctico de la exposición, donde encontraran actividades divertidas adaptadas a su edad con las que aprenderán al mismo tiempo que se divertirán y recordaran lo aprendido en la exposición.
La finalidad de la exposición es dar a conocer este tipo de contaminación poco conocida y valorada y concienciar a los visitantes de la necesidad de devolver a nuestro cielo nocturno la nitidez y el brillo perdidos.
¿Qué es la contaminación lumínica?
Puede definirse como la emisión de flujo luminoso de fuentes artificiales nocturnas en intensidades, direcciones, rangos espectrales u horarios innecesarios para la realización de las actividades previstas en la zona en la que se instalan las luces.
La contaminación lumínica tiene como manifestación más evidente el aumento del brillo del cielo nocturno, de forma que se disminuye la visibilidad de las estrellas y demás objetos celestes. Dedicándonos a iluminar el cielo no sólo derrochamos nuestro dinero sino que abusamos de los recursos naturales y agredimos el hábitat de animales nocturnos y migratorios.
Una buena iluminación es aquella que se dirige al suelo y a los lados, nunca al cielo y que no produce deslumbramientos.
¿Cómo evitar la contaminación lumínica?:
Disminuir la cantidad de luz no significa que disminuya la seguridad ni la visibilidad. No se trata de apagar las farolas ni de cambiarlas todas de golpe. Las lámparas de menor consumo y mayor eficiencia son las que menos contaminan.
La solución pasa por:
- Adecuar los niveles de iluminación a las recomendaciones internacionales actuales.
- Sustituir las lámparas de mercurio por las de sodio, que a igualdad de iluminación contaminan y consumen menos.
- Encender la iluminación de fachadas y monumentos sólo durante ciertas horas.
- Utilizar diseños con pantallas que eviten la dispersión de luz hacia arriba.
- Aprobación de una legislación regional sobre eficiencia y ahorro energético.
Enlaces de interés:
¡APAGUEMOS LA LUZ PARA QUE BRILLEN LAS ESTRELLAS!